Distorsión atmosférica

Y curiosamente, las mayores heladas ocurren con el cielo despejado. 

Jannette tiene un sentido practico desarrollado primordialmente por su propia experiencia. La frase "de los errores se aprende" es su lema diario. Mas si por ella fuera, le encantaría aprender de los errores de los demás y no siempre de los propios.

Recordaba el trayecto en tren. Intervalos de sueño y vigilia. París, que sonaba tan dulce en labios de su madre, a ella le provocaba el mismo placer que lavar azulejos. Se acabará cuando vallas con la tía Lolo. Una vez más otro error de la mano de la extrema confianza que ponía Jannette en las palabras ajenas.

Si, los aparentemente estériles tíos la trataron con una gran consideración, se sintió hija única por fin, vestidos, escuela, zapatos, libros, y un interminable etcétera. Pero, como todo oasis, el sueño acabo por desecarse. Entonces llegó la borrasca. La borrasca vino de mano del hijo esperado, la inestabilidad atmosférica hizo que pasara a un segundo plano. Ella por su parte, cual ligera niebla levitaba en una atmosfera altamente cargada. 

Decidió condensarse y ascender, como nube. Aunque las precipitaciones impedían que viera con claridad el horizonte, ya de por sí distorsionado. La Lolo borró a la niña del colegio, los libros pasaron a ser del niño, y a ella le encontraron trabajo... limpiando azulejos.

Pero, como todo el mundo sabe, antes o después el sol acaba por salir.

Mientras AntiJannette se tapaba trataba de imaginar si a Jannette le gustaban los cambios de estaciones. A ella desde luego le ponían peligrosamente tristes.